Dice el diccionario que «Revalorizar» es en primer término «Devolver a algo el valor que había perdido». Y creo que en estos meses de inédita crisis en la salud mundial, podemos aportar que revalorizar es ser consciente. Consciente de que todo aquello que hacíamos ahora podríamos revisarlo y así darle más valor. Lo que nos detuvo nos ha impuesto una reflexión.

Y justamente, detenernos no es parte de nuestra naturaleza.

Hemos inventado la rueda, los caminos, conquistado los mares y fabricado trenes y aeronaves, y todo el tiempo queremos y necesitamos descubrir nuevos mundos. Y cada vez que la civilización ha pisado un lugar, ha intentado construir para establecerse, pero también, para desplegar mapas, itinerarios y guías que la movilicen a emprender la ruta de la exploración, a saciar el ansia del descubrimiento. Es que nos resulta prioritario enriquecer la vida a fuerza de nuevas experiencias.

¿Te ha pasado como a mí, que ves fotos y videos de tus viajes, y en estos tiempos en los que a las crisis económicas y sus consecuencias se han sumado pandemias y nuevos modos de limitaciones, entiendes que si hoy estuvieras en esos lugares -que sin duda disfrutaste-, ahora lo harías con mucho más énfasis?

Cuando tejemos esas hipótesis estamos revalorizando; vemos lo hecho y anhelamos fervientemente tener una oportunidad para repetirlo pero agigantando nuestra predisposición para exprimir al máximo las cosas que hicimos.

Dime entonces qué piensas de tu próximo viaje. Dime cómo piensas transitar cada milla, vivir cada minuto, respirar cada lugar. Porque revalorizar es demostrarnos que aprendemos, que lo que hacemos lo hacemos por pleno convencimiento. Voy a tal destino porque así lo he decidido. Bebo un trago no solo porque tengo ganas (y sed), sino porque elijo dónde hacerlo, porque quiero capturar con una foto el estilo de ese bar, porque vale la pena conversar con quien lo sirve. Hago una reserva en un restaurante y ordeno un plato especial, para finalmente preguntar por el chef y hacerle llegar mi sincera admiración.

Revalorizar es dar sin esperar ninguna otra recompensa que el brindis que hacemos entre nuestra alegría y nuestro presente para que cuando se convierta en memoria sepamos que no hemos desperdiciado ni un minuto (ni una tarde, ni una noche) en aventurarnos a viajar, admirar y tener el pasaporte lo más gastado posible.

Texto y foto: Alex Caberta © 2020 Vamos a Miami