HOLLYWOOD BEACH
¿Vistas al mar o a la ciudad? ¿Cuál prefieres? The Diplomat Beach Resort lo tiene todo
Textos y fotos: Alex Caberta © Vamos a Miami

Si tu destino te trae a este gigante que con sus 36 pisos domina la belleza del océano, el dorado de la arena, la escenografía del sol y una ciudad que por las noches se enciende como estrellas rutilantes, entonces estás en The Diplomat Beach Resort. Ahora bien… al momento de elegir entre sus suites ¿eliges vistas al mar o a la ciudad?
Con el fin de poder responder a esta inquietud, Vamos a Miami se alojó en ambas para brindar su experiencia a toda nuestra audiencia de Latinoamérica y España.
Por si no lo sabes…
Antes de entrar de lleno a nuestro informe de hoy debemos decirte que The Diplomat Beach Resort es uno de los más increíbles hoteles de Florida; pertenece a la colección Curio que Hilton cobija en su cartera de lujo, y para saberlo todo, te recomendamos el más completo especial en español que más ha difundido su presencia: «The Diplomat Beach Resort: el paraíso vive en Hollywood Beach». Te resultará seductor e imperdible.

Bien, avancemos
El poder que puede tener un resort para regalarnos vistas en nuestra estadía no es algo menor. Y en este caso, todo cuanto ostenta The Diplomat es maravilloso.
Como adelantamos, decidimos hacer una estadía en un suite con vista a la ciudad y seguidamente, otra con vista al mar. ¿Y sabes qué? Con el pasar de los días en la primera dijimos: «¡Es increíble! ¡Esta es la mejor!» para luego afirmar sobre la segunda: «¡Es increíble! ¡Esta es la mejor!».
Por lo tanto ─sujetos a las condiciones meteorológicas, naturalmente─ apuntemos hacia los tesoros de cada caso.
Check in y piso 32
Recepción, check in, elevador hasta el piso 32, llave electrónica en mano y aquí estamos. Un magnífico cuarto (cama formato king) que deja entrar tanta luz como para llenar de buena energía todo lo que toca.
Como siempre en The Diplomat, llama la atención la cuidada paleta cromática que equilibra los turquesas de los impresionantes ventanales (que se alzan de piso a techo) con el púrpura rojizo del sillón que marca la esquina del cuarto. Todo ello va en conjunto con alfombras y cortinados de color crema, marrones suaves y otros más intensos.
Hay que tener en cuenta que los interiores del Diplomat tienen grupos de colores diferentes dependiendo, justamente, de hacia dónde miran. Aquí se ha invertido mucho dinero en diseño, fabricación exclusiva de objetos, mobiliario, decoración, por lo cual, sintetizando, anaranjados y rojizos: ciudad. Turquesas y azules: mar.

Salgamos al balcón
Desde aquí dominas todas las distancias. Alcanzas a ver hacia el sur el movimiento aéreo del Fort Lauderdale-Hollywood International Airport, la silueta del Seminole Hard Rock Hotel & Casino (cuyo diseño guarda la forma de una guitarra) y hacia el norte como la silueta de los edificios de Miami (distante 30 km) se recorta sobre el cielo. Esta característica convierte a este privilegiado resort como el más alto y apto para cubrir esta vista norte-sur de un solo vistazo.
Pero lo más cercano es lo que tienes al frente. Tus ojos no dejan de mirar el canal intracostero que se sitúa cruzando la avenida; el pasar constante de pequeñas y medianas embarcaciones; las aceras, las palmeras, los autos, los edificios, las avenidas.
El atardecer
Los balcones son amplios, envolventes y puedes caminar cómodamente. Cuentas con dos reposeras y una mesa para beber tu refresco o copa favorita.
Cuando contemplas el entorno notas el ritmo del estilo de vida urbano pero lleno de acentos costeros. Y también, que todo va cambiando hacia el atardecer. Como bola de fuego el sol tiñe de oro el horizonte transformando las construcciones en siluetas. Simultáneamente la noche se aproxima llamando el encendido de todas las luminarias.
Más tarde, cuando decides ir a la cama, la medianoche puede estar más o menos despejada de nubosidad, pero queda claro que nunca pierde su magnetismo. Corres las cortinas y te sientes acompañado por las ventanas iluminadas. La sensación es que te sientes volar recostado en la cama, y lejos de ser esta una metáfora narrativa , es lo más preciso que podemos afirmar.
Como autor de este artículo me resulta irresistible decirte: The Diplomat Beach Resort tiene una vista a la ciudad que atrapa sin pedir permiso.


Si sueñas con ver la noche de la mano de los edificios y quieres ser un guardián de la ciudad, aquí lo haces posible. Si quieres ver al sol despertar construyendo paisajes y espectros de color únicos, lo experimentarás.
Check in y piso 34
Pasaron un par de noches y en la tercera tarde temprana, nuevamente en recepción. Check in, elevador hasta el piso 34, llave electrónica y una suite deslumbrante.
Un sillón de tres cuerpos tapizado en tela color crema, lámparas de pie y colgantes sobre una mesa alta con cuatro taburetes azul vibrante. TV Led grande, con su soporte en la pared que puedes disfrutar ‘egoístamente’ desde una butaca de cuero marrón suela.
Los ventanales, siempre turquesas y de piso a techo, cortinados traslúcidos que al despejarlos te devuelven una vista del horizonte del océano que enamora al instante.
Elegimos dormitorio separado del living, y es bueno saber que sus ventanas continúan el diálogo frente el mar.

Balcón al infinito
Indudablemente, lo más atractivo de estas suites es que ofrecen vistas asombrosas del amanecer. Adoramos el color del cielo desde antes de la aparición del sol (te permiten capturar dominantes cromáticas realmente bellas) y luego, cuando él atraviesa las nubes, llega a ti con una majestuosidad que será imposible de olvidar.
Te ubicas en alguna de las reposeras que dispones en este amplio balcón mientras te olvidas de todo al respirar la brisa marina.
El resto del día el clima será quien pinte las vistas de las playas con colores más pasteles o más saturados. Más apagados o brillando al extremo.
Al respecto de la noche, es verdad que hay “menos” paisaje para ver desde estas suites. Puedes asomarte al balcón, mirar en picada las piscinas del Diplomat encendidas con sus fucsias y azules vibrantes. O puedes preparar un café y quedarte por horas contemplando las estrellas desde las reposeras.

Nuestra conclusión
Lo más equilibrado que podemos dictaminar es que ambas experiencias nos atraparon. Esta particular doble estadía no tiene perdedor, sino dos ganadores.
Podemos contarte además, que hemos estado en muchas oportunidades alojados en The Diplomat Beach Resort y siempre lo hemos disfrutado porque su ubicación y su altura lo erigen como rey incuestionable de la Florida.
Si sueñas con ver la noche de la mano de los edificios y quieres ser un guardián de la ciudad, aquí lo haces posible. Si quieres ver al sol despertar construyendo paisajes y espectros de color únicos, lo experimentarás.
En ambas posibilidades vivirá el ensueño de tu mirada junto al imborrable suceso que Hollywood Beach guarda para ti. Simplemente, no lo dejes pasar.

Sobre este resort
Textos y fotos: Alex Caberta © Vamos a Miami | Producción: Viviana Rosa
