Hace un tiempo que tú y yo venimos conversando sobre nuestra necesidad de amanecer detrás de otras ventanas, de dejar que la arena envuelva nuestros pasos, de romper la rutina para volvernos a enamorar de nuestros trabajos. Necesitamos un trago para mirarnos de frente y así no tener excusas de ponernos a sonreír.

Y hace un tiempo que a todas esas cosas ─tan sencillas como elementales y necesarias─ la realidad se le ha impuesto dañina y persistentemente agobiante. Ahora, para saber si estamos bien, nos hacemos estudios cada semana y el mundo nos pide referencias.

¿Y si nos ponemos nuestra más bonita camisa, un espléndido vestido, una fragancia y un rutilante maquillaje? Brindemos (junto a la presencia tangible o evocada de quienes amamos) y hablemos de cómo llegar hasta la costa de lo que nos hemos propuesto, o al menos, de cómo lo intentaremos esta vez como nunca antes.

Es una chance. Una de las grandes. Una nueva oportunidad. Vendrán días que nos darán su mano para acercarnos adonde queramos estar. Lo que no debemos dejar de hacer es sacar los boletos. Lo que necesitamos es algo de prisa para no perder ansia de tiempo. Y lo que no puedo dejar de decirte es «¡hagámoslo ahora, que es año nuevo!».

 

Este es el mensaje de todos quienes hacemos Vamos a Miami
31 de diciembre 2021